SAN JOSé DEL GUAVIARE: ARTE RUPESTRE Y TRADICIóN EN EL CORAZóN DE LA SELVA

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San José del Guaviare: arte rupestre y tradición en el corazón de la selva

En esta región del país, la comunidad ha trabajado en el turismo como una herramienta de regeneración y conservación.

Maria Luisa Alvarez Mejia*

San José del Guaviare es un departamento que hoy es sinónimo de resiliencia, un territorio de paz con riquezas naturales inigualables. Ubicado en el límite entre los Llanos Orientales y la Amazonía, alberga especies de plantas únicas en el mundo y es hogar de al menos seis pueblos indígenas en aislamiento voluntario.

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Este destino ofrece una nueva perspectiva del turismo como una herramienta de paz y sostenibilidad. Gracias a la colaboración con el Programa Destino Naturaleza de Usaid Colombia y Destinos Emergentes de Acotur, junto con el esfuerzo comunitario, se ha impulsado el desarrollo económico regional y la conservación del medioambiente a través de prácticas de turismo responsable.

Durante este viaje seremos testigos de la magia que surge cuando los paisajes selváticos y las historias locales se entrelazan.

Caño Lajas

Camino al río de Colores, Laura Giraldo, guía de la Reserva Natural Jardín de Rocas, explica por qué es importante tener prácticas de monitoreo con las especies del entorno. “La huella grande del tapir amazónico permite identificar que es una danta adulta y que su cadena alimenticia está sana dentro del ecosistema”, cuenta la experta.

La comunidad ha trabajado en el turismo como una herramienta de regeneración y conservación a través de prácticas respetuosas hacia el medioambiente. Anteriormente, las personas que visitaban el río arrojaban basura o hacían fogatas a la orilla del caño.

“Ha sido un proceso en el que hemos construido consciencia sobre las especies que habitan en el Guaviare. Mi familia llegó a la región en 1986, pero fue en 2008 cuando vimos la necesidad de proteger la diversidad biológica”, dice Giraldo.

Al llegar al caño Lajas justo antes del atardecer, aún se podía apreciar el tono rojizo de las plantas en el agua, transformando el paisaje en un espectáculo de colores mágicos.

Alika, guía local de Geotours del Guaviare, explica cómo la vegetación rupícola reposa sobre las rocas adaptándose a altas temperaturas y suelos pobres en nutrientes.

“El contraste con el sol permite, por ejemplo, que si vienen a mediodía la flor se pueda ver demasiado roja porque se acentúan más sus colores”, dice.

La mejor época del año para visitar caño Lajas es entre julio y octubre, ya que la vegetación está en su máximo esplendor. Durante la temporada seca, las plantas acuáticas que llenan de vida el río se encuentran en un período de reproducción.

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Cerro Azul

Declarado Patrimonio Mundial de la Unesco en 2018 y sitio de importancia arqueológica por el Icanh, Cerro Azul es un yacimiento de arte rupestre que representa la vida cotidiana y las prácticas de las culturas precolombinas.

Graciela Vergara, intérprete local de la Asociación Fantasías de Cerro Azul, hace un monitoreo diario en áreas específicas del cerro para determinar, a través de la temperatura, la capacidad de carga y el aforo que puede ingresar por día al lugar. Actualmente la capacidad máxima de ingreso es de 130 turistas por día y cada intérprete local hace el recorrido con un grupo de nueve personas.

“A través de este monitoreo se logra implementar la conservación y protección en el cerro. Ingresan grupos pequeños que van realizando los recorridos en los paneles porque estas rocas son areniscas y absorben cualquier químico que esté en el entorno”, detalla Vergara.

En el recorrido se visitan tres paneles de pintura rupestre, una cavidad rocosa de 215 metros y un mirador con una caída aproximada de 100 metros, con el intérprete local Anderson Cifuentes. “Las pinturas pueden representar escenas de caza, animales o formas geométricas, como el espiral. Donde inicia es el núcleo de la vida y cada vuelta es una experiencia; cuando se abre y logra quedar así significa una vida en abundancia”, explica Cifuentes.

Sin embargo, aún no se conoce con exactitud sobre el origen de estos pictogramas.

El raudal del Guayabero

Tras una travesía fluvial de una hora desde San José del Guaviare, llegamos a la vereda Bocas del Raudal, donde se encuentra la Corporación de Pesca y Turismo Guardianes del Yurupary. Esta comunidad se ha formado con el propósito de liderar actividades turísticas y organizar bazares comunitarios, promoviendo el turismo y la cultura local.

El imponente raudal del Guayabero cumple funciones de corredor biológico y sumidero de biodiversidad, también es fuente de recursos naturales y paisajísticos. Situado en el límite entre la serranía de La Lindosa y la serranía de La Macarena, su atractivo turístico incluye caminatas, visitas a pinturas rupestres, avistamiento de toninas y recorridos por el majestuoso raudal.

Esta región, en conclusión, emerge como un destino imperdible que revela la riqueza oculta de Colombia, donde la naturaleza y la cultura se entrelazan

Ciudad de Piedra y pozos naturales

La Ciudad de Piedra presenta un paisaje único, formado por una serie de estructuras rocosas. Alika, guía local de Geotours del Guaviare, comienza la visita explicando que este suelo es especial: la vegetación crece lentamente debido a la escasez de nutrientes en la tierra.

Durante el recorrido, destaca la palmera de Cananguche, prominente en la Amazonía colombiana, y la Flor del Guaviare (Paepalanthus chiquitensis), símbolo distintivo del departamento.

Las aguas cristalinas de los Pozos Naturales forman piscinas que cambian de color, gracias a la riqueza mineral y vegetal de la región. Sus superficies rocosas, que varían entre tonos café y amarillo, ofrecen un balneario ideal para relajarse y disfrutar de un refrescante baño en un entorno natural espectacular.

Tips de viaje

Transporte: la sugerencia más rápida y cómoda para visitar San José del Guaviare es por vía aérea hacia el aeropuerto Jorge Enrique González Torres.Ropa: es importante llevar ropa y zapatos cómodos, porque varios planes turísticos incluyen caminatas de larga duración.Clima: recuerde que esta región es cálida y húmeda, con temperaturas promedio de 24 a 30 °C.Época: se sugiere viajar entre mayo y noviembre para observar el río de colores y la planta acuática Macarenia clavigera.

* Con invitación de Destino Naturaleza - Usaid Colombia

Maria Luisa Alvarez Mejia*

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