El centro histórico de la Perla del mar Negro fue inscrito en la lista del Patrimonio Mundial.
“Odesa, una ciudad libre, una ciudad mundial, un puerto legendario que ha dejado su huella en el cine, la literatura y las artes está bajo amenaza y requiere de la protección reforzada de la comunidad internacional”. (Lea aquí:Rusia responde al envío de tanques de EE. UU. y Europa con bombardeos en Ucrania)Con estas palabras, Audrey Azoulay, directora general de la Unesco, anunció la inscripción del casco histórico de esta ciudad ucraniana en la lista del Patrimonio Mundial en peligro, pese a la oposición de Rusia, que denunció la decisión de “política” e intentó reiteradamente retrasar la votación.(Vea también:¿Qué implicaciones tiene el envío de tanques de Occidente a Ucrania?)
En una sesión extraordinaria celebrada en París, sede del organismo de Naciones Unidas, el Comité del Patrimonio adoptó la decisión por seis votos a favor, uno en contra (Rusia) y 14 abstenciones.
Con la decisión, el casco histórico de la ciudad quedó inscrito en la Lista del Patrimonio Mundial y registrado como patrimonio en peligro. “Mientras la guerra continúa, esta inscripción encarna nuestra determinación colectiva de garantizar que esta ciudad, que siempre se ha alzado por encima de las convulsiones del mundo, sea preservada de nuevas destrucciones”, agregó Azoulay.
Y es que si bien Odesa ha sufrido bombardeos de Moscú desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022, su patrimonio ha permanecido casi intacto.
De ahí que distintos gobiernos, entre ellos el francés, exaltaron la decisión de la Unesco al destacar “el valor excepcional de esta ciudad portuaria, su arquitectura y su historia para Ucrania y la humanidad”.
“La decisión de incluir a Odesa subraya el peligro que presenta para el patrimonio ucraniano la guerra de agresión rusa”, agregó el ministerio francés en un comunicado.
La designación como patrimonio en peligro, “le da (a Ucrania) acceso a mecanismos reforzados de asistencia internacional, tanto técnica como financiera”, resaltó la Unesco. “Ucrania puede solicitarlos para garantizar la protección del sitio y, en caso necesario, ayudar a su rehabilitación”, dijo el organismo.
Durante la sesión, Rusia criticó que el expediente para inscribir a Odesa en esta lista era “superficial” y acusó a Ucrania de haber presentado una candidatura con base a un “copia y pega de la página de Wikipedia”.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, había pedido inscribir el sitio como parte del Patrimonio Mundial en octubre, pues desde el inicio del conflicto, las autoridades ucranianas intentan proteger sus monumentos con sacos de arena y barricadas, que por supuesto se quedan cortos.
Odesa era un importante puerto de mar para los griegos y sirvió como destacamento militar del Imperio turco. Desde su incorporación al Imperio ruso, a finales del siglo XVIII, se llenó de población europea llegando a tener habitantes de más de cien naciones y también se convirtió en una de las más prósperas comunidades judías.
De ahí que desde sus inicios contara con un desarrollo urbano planificado que hizo que la ciudad viviera su época dorada en el siglo XIX siendo un centro cultural y científico importante, con teatros propios, sociedades científicas y varias universidades.
“Conocida como la Perla del mar Negro, Odesa sufrió los combates de la Primera Guerra Mundial, y fue tomada brevemente por la joven República Popular Ucraniana.
Los soviéticos se hicieron con Odesa en 1920, pero no pudieron evitar que, como ocurría en la América de Al Capone, las mafias judías siguieran controlando la ciudad, algo que pudo haber influido mucho en que los más famosos directores de la propaganda soviética escogieran la ciudad para ambientar algunas películas tan importantes como El hombre de la cámara (Dziga Vértov) o El acorazado Potemkin, de Serguéi Eisenstein, que incluye una de las más épicas escenas de la cinematografía: la monumental escalera Potemkin”, señala Jorge Latorre Izquierdo, profesor de Historia del Arte de la Universidad Rey Juan Carlos, en The Conversation.
Latorre recuerda que fue aquí, en esta ciudad cosmopolita, donde el inventor Iosif Tymchenko creó el primer aparato para ver imágenes en movimiento, dos años antes de que lo hiciesen los hermanos Lumiere.
Además, en Odesa se construyó el primer estudio de cine del todavía entonces Imperio Ruso a principios del siglo XX y en los años 30 era considerada “el Hollywood ucraniano”.
“De hecho, muchos de los fundadores de los grandes estudios del Hollywood estadounidense eran judíos de Odesa”, agrega el académico.
Es así como en diferentes espacios urbanos de la ciudad se filmaron algunas de las películas mudas más famosas del cine soviético y fue en sus estudios cinematográficos, los más grandes de toda la Unión Soviética, donde empezó su carrera Aleksandr Dovzhenko. Aunque, indudablemente, la película que dio fama mundial a Odesa fue El Acorazado Potemkin de Eisenstein (1925), con su famosa escena de la escalera.
Debido a su historia de asentamientos, Odesa siguió siendo rusa durante mucho tiempo. Catalina la Grande, que gobernó Rusia con puño firme durante casi 35 años, hace parte de las entrañas de esta ciudad. No fue sino hasta después de la Segunda Guerra Mundial, que todo se transformó.
Unos metros más arriba de la famosa escalera de Odesa, en la ahora llamada plaza de Catalina, una escultura de esta zarina sustituía desde 2007 al monumento a los héroes de Potemkin, que fue trasladado al puerto. La estatua de Catalina, que integró a Odesa en el imperio ruso, no molestaba a los ucranianos, incluso a los rusoparlantes. Sin embargo, desde el inicio de la guerra las cosas cambiaron de tinte.
En noviembre, el consejo municipal de Odesa votó a favor de retirar la estatua de Catalina la Grande tras una consulta local. El monumento a la zarina -que se convirtió para muchos en un símbolo de la opresión rusa desde el inicio de la guerra- fue retirado a finales de diciembre. Y esta semana, antes del inicio de la sesión de la Unesco, Ucrania protestó en una carta abierta a los miembros del comité en contra de la inclusión de una referencia a la emperatriz rusa como fundadora de Odesa a finales del siglo XVIII.
Lo cierto es que el puerto, situado a 500 kilómetros al sur de la capital ucraniana Kiev, es una ciudad muy simbólica para la historia de Rusia. Fue la tercera ciudad del Imperio ruso y su segundo puerto. En abril de 2014, el presidente ruso, Vladimir Putin, dijo que la ciudad no formaba históricamente parte de Ucrania sino de la Novorrósiya (Nueva Rusia), que le gustaría reconstituir con la invasión.
“Todo este proyecto de Novorossiya está estrechamente ligado a Odesa. Para alguien como Vladimir Putin, quien, según sus propias palabras, quiere hacer que Rusia recupere su antiguo poder, esto es verdaderamente importante”, explica Guido Hausmann, director del departamento de Historia del Instituto Leibniz. Según el experto, Odesa representa para el Kremlin el imperio de los zares en expansión.
Siendo la tercera mayor ciudad ucraniana después de Kiev y Járkov, esta ‘Perla’ tiene una particular relevancia para Ucrania. Desde la anexión de Crimea por parte de Rusia, en 2014, Odesa alberga la base principal de las fuerzas navales y tiene el puerto de carga más grande del país. Cerca de la mitad de las importaciones y exportaciones se manejan desde allí. De ahí que sea epicentro de intensos ataques y bombardeos que, como lo señala Latorre, hacen que la famosa escalera de Eisenstein, convoque de nuevo sangrientos y preocupantes episodios violentos.
STEPHANY ECHAVARRÍA
EDITORA INTERNACIONAL
EL TIEMPO
2023-02-01T01:31:48Z dg43tfdfdgfd