LA AGENTE DE VIAJES QUE CONVIERTE HILOS Y PUNTILLAS EN OBRAS DE ARTE EN BARRANQUILLA

Barranquilla

La agente de viajes que convierte hilos y puntillas en obras de arte en Barranquilla

Con gramos de cuerda y maderas de 30x40, Lerys Escalona decidió pilotear su proyecto de vida.

Deivis Jhoan López Ortega

Como un alimento para el alma ha llegado el arte a la vida de Lerys Escalona, una joven oriunda de Palmar de Varela (Atlántico) que, tras culminar su Bachillerato, se enfrentó a la angustia por un futuro incierto.

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Hoy en día, no solo ha encontrado la tranquilidad con las respuestas a ese futuro que ya está construyendo, sino que comparte su talento con las manualidades, a través de un taller que dicta a niños y niñas de Barranquilla.

Al salir de la escuela y, en medio de las dificultades económicas por las que atravesaba su familia, la palmarina, de 29 años, decidió formarse como agente de viajes después de pensarlo con su almohada una y otra vez. Casi que fue por descarte.

Yo fui uno de los jóvenes que pasó por esa época de salir del colegio y no saber a qué nos vamos a dedicar

“Yo fui uno de los jóvenes que pasó por esa época de salir del colegio y no saber a qué nos vamos a dedicar. Me dio muy duro. En esa desesperación, tomé cualquier curso. Me gustaba, pero no me sentía completa”, cuenta Escalona.

Logró el título en 2018, este acontecimiento llenó de orgullo y alegría a su familia. Posteriormente lo ejerció por un año y medio, como asesora de ventas de tiquetes en una agencia de viajes. Pero seguía sintiendo que algo en ella no estaba bien.

Unos años después llegó la pandemia y, como le pasó a gran parte de la población, perdió el trabajo. No obstante, si algo tenía claro Lerys era que echarse a la pena no era una opción. Hizo una introspección y comprendió que la solución la tenía literalmente en sus propias manos.

“Soy una persona muy creativa, me gustan mucho las manualidades desde pequeña. No me había dado cuenta de eso hasta que conocí el hilorama. Todo lo hago a mano y, en el colegio cuando nos mandaban trabajos, todo lo hacía a mano. Como no teníamos recursos, trataba de ahorrarle a mis padres”, expresa la emprendedora.

Rienda suelta a su imaginación

Al comprender esta situación, le dio rienda suelta a su imaginación con recursos que tenía a su alcance. En el ‘cuarto de San Alejo’, encontró madera, clavos y cuerdas. Más tarde invirtió en pequeños detalles.

De acuerdo con su explicación, el hilorama es la técnica del arte que consiste en tensar hilos, teniendo puntillas como soportes, con el propósito de darle una forma o figura al diseño sobre una madera en RH.

“Entonces me arriesgué e hice ese (primer) diseño súper sencillo. Era la figura de un frasquito y una florecita. Lo hice y en ese momento lo regalé como obsequio. A partir de ahí, hice unas cuatro copias más de ese trabajo”, recuerda.

Haciendo memoria, señala que, antes de conocer el hilorama, elaboraba decoraciones en globos, cajitas para regalos, entre otras manualidades que difundía en Instagram. Hasta que ‘abortó misión’ y decidió aterrizar su proyecto de vida en esa ‘tierra firme’ para ella.

Arte en cuerdas

A su proyecto de emprendimiento lo nombró ‘Escalonarte’.

Es así como ahora se rodea de mínimo 500 gramos de coloridos hilos y piezas de madera de 30 x 40 para proyectar desde un retrato hasta cualquier otra figura solicitada. Es tan dedicada al más mínimo detalle, que lo que a simple vista parece una fotografía o pintura, realmente es un diseño con cientos de cuerdas.

Y, entre más cuerdas tiene la figura, más realismo le imprime a su creación. Por eso es que, en tres años que lleva desempeñándose en esta actividad, contabiliza, aproximadamente, unos 100 diseños entregados.

Con el pasar del tiempo, Lerys ha perfeccionado la técnica. De esos 20 días que le tomó hacer su primera pieza, ahora le demanda de ocho a 10 jornadas, dependiendo de la labor. El motivo sigue intacto: salir adelante y sacar adelante a su familia.

Para hacer el retrato de una mascota, me gasté 75 gramos de hilo, porque ya eso lleva distintos tonos de hilos

“Para hacer el retrato de una mascota, me gasté 75 gramos de hilo, porque ya eso lleva distintos tonos de hilos. Tengo varios de mis favoritos, pero uno que hice es el rostro de Michael Jackson y el retrato de mi sobrino. Me dediqué a hacerlos, no le dije a nadie y, cuando me salió, yo fui la más sorprendida”, responde la joven entre risas.

Lerys, quien no le pierde ni un segundo la mirada a su nuevo proyecto, el logo de un estudio de tatuajes, dice que los más solicitados son los retratos de familiares, parejas y mascotas y que la temporada de mayor demanda es entre los meses de diciembre y enero.

“Últimamente he hablado mucho del amor y mi estilo iría dirigido hacia allá, a cómo expresar el amor, a través del arte, al mundo. Me estoy escuchando. A futuro, me gustaría tener una enorme galería y que muchas personas la conozcan”, expresa la mujer, mientras une una fila de puntillas con una cuerda en la sala de su vivienda.

Dicta talleres para grandes y pequeños

Pero Escalona no se conforma con eso y va más allá: comparte su destreza y su talento en este arte con los más pequeños. Así dirige una comunidad interesada en diseñar a partir del hilorama dentro de un taller de formación.

“En vista de que no hay como una escuela o un lugar donde puedan aprender de esta técnica, me he tomado el atrevimiento (risas) de enseñarle a las personas, a niños, a adultos. Les dicto talleres, les doy clases personalizadas también”, explica.

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Cuenta que los talleres tienen una duración de aproximadamente tres horas. Les enseña, principalmente, a creer en ellos. Ya con la confianza afianzada, pasa a instruirlos en la manipulación de las puntillas, el clavo, la madera y a cómo entrelazar el hilo de un extremo a otro.

En estos tres años, el hilorama no solo ha llenado el alma de Lerys, sino también la esperanza de prosperar y ver prosperar a sus pupilos. Aunque se tenga que enfrentar a diario con los machucones del martillo, dejándole en sus dedos algunos moretones. Son heridas de batalla. Eso también hace parte del arte.

Deivis López Ortega

Corresponsal de EL TIEMPO - Barranquilla

En X: @DeJhoLopez

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Deivis Jhoan López Ortega

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